Algas, una joya para la salud
Las propiedades terapéuticas de muchas algas son cada vez mejor conocidas y abarcan efectos antitumorales, antibióticos, saciantes o desintoxicadores.
Deben de tener algún efecto saludable si consideramos que los japoneses, los mayores consumidores de algas del mundo (2 kilos/habitante/año), son también los más longevos, con un 30% de su población mayor de 60 años (España 22%) y un 6% mayor de 80 años (España 5%). Las algas ocupan un importante lugar en la dieta de los países de Extremo Oriente, en especial de Japón, Corea y Vietnam y, algo menos, en China e Indonesia.
Estos curiosos vegetales marinos son utilizados en la Medicina Tradicional China desde hace más de 2.000 años, empleándose no sólo contra el bocio, sino también para tratar múltiples dolencias. El Shen Nung, tratado médico del Emperador Amarillo con varios siglos de antigüedad, ya describe el bocio y su tratamiento con algas, pero también el uso de kombu e hiziki para disminuir los edemas o la retención de líquidos, las infecciones de vías respiratorias bajas (especialmente tuberculosis) y todo tipo de fibromas, nódulos y tumores. El alga nori se utilizaba para las mismas dolencias y, además, contra las infecciones urinarias y las infecciones de vías respiratorias altas (faringitis, laringitis).
En Occidente, las algas son parte del acervo de la medicina popular del Atlántico Norte (Noruega, Escocia, Irlanda, Francia, etc.) desde hace siglos y son utilizadas en la elaboración de platos típicos de la gastronomía local.
Minerales esenciales
No hay ninguna planta terrestre que se pueda comparar a las algas en cuanto a su contenido en minerales esenciales para el metabolismo humano. Hay algas que contienen hasta un 30% de su peso en sales minerales, desde las básicas como sodio, potasio, hierro, calcio y magnesio, hasta los oligoelementos como azufre, fósforo, yodo, bromo, zinc, cobre, selenio, cobalto, manganeso y otros. Hay que tener en cuenta que las algas concentran los elementos químicos disueltos en el agua de mar y que ésta contiene todos los elementos conocidos, al contrario de lo que suele suceder con las plantas, que sólo pueden concentrar los elementos que se hallan disueltos en los suelos y que, además de las carencias originales, pueden estar ausentes como resultado de una agricultura intensiva.
Las algas contienen, de promedio y a igual peso, diez veces la cantidad de minerales y de betacarotenos (provitamina A) de verduras y frutas y hasta 20 veces de calcio. El alga nori, por ejemplo, contiene el doble de vitamina C que una naranja.
Como la mayoría de las sales minerales se encuentran disueltas en el citoplasma celular, dentro de la región situada entre la membrana y el núcleo de las células, es muy importante que, cuando rehidratemos las algas para su consumo, lo hagamos con agua algo salada, para así evitar la pérdida de los minerales por efecto osmótico, o bien empleemos el agua de la rehidratación para hacer una sopa o para cocer arroz u otro alimento.
Polisacáridos antioxidantes
Además de su riqueza en minerales, las algas contienen grandes cantidades de fibra insoluble, como celulosas, mananos y xylanos; y solubles, como agar-agar, ácido algínico (o alginatos), fucoidina, laminarano, porfirano, etc. Además, muchos de estos compuestos tienen otras propiedades. Se los suele agrupar bajo el nombre común de polisacáridos o mucopolisacáridos y constituyen una proporción del 25 al 40 por ciento de las algas. En los últimos años, se ha demostrado que los polisacáridos de las algas desempeñan un papel importante como antioxidantes inhibidores de los radicales libres, protegiendo al organismo del daño oxidativo.
La diferencia con los polisacáridos de plantas y setas es que las unidades de las cadenas de monosacárido no son de glucosa sino de galactosa o manosa. Además, casi siempre están sulfatados, lo que les confiere propiedades distintas.
Polisacáridos de las algas
- Alginatos o ácido algínico: es el principal compuesto celular de las algas pardas, que, una vez extraído y disecado, forma gomas o geles con gran capacidad de absorción de agua (entre 200 y 300 veces su volumen), algo muy interesante en dietas de adelgazamiento por ser saciante, hipolipemiante, pues disminuye los niveles de lípidos en la sangre, e hipoglucemiante, ya que también disminuye los niveles de glucemia en la sangre.
La propiedad terapéutica más interesante es su capacidad quelante o propiedad de absorber toxinas y, en especial, metales pesados, e impedir su paso al torrente sanguíneo, al quedar encapsulados por los polisacáridos en los intestinos y ser luego expulsados con las heces. Algunos terapeutas aconsejan el consumo continuo de algas como una forma de desintoxicar al organismo. Conviene no olvidar que hay bastantes evidencias que relacionan la enfermedad de Alzheimer con la acumulación de aluminio en el cerebro, por lo que el consumo de estas algas sería recomendable a cierta edad.
Respecto a la acción desintoxicante, hay que señalar que algas marrones como hiziki, wakame y kombu son eficaces para expulsar tanto dioxinas como los tóxicos PCB (bifenilos policlorados), que tienden a acumularse en los tejidos adiposos y en el hígado. Aparte de estas propiedades, los alginatos son cardiosaludables, debido a su efecto hipotensor y por disminuir el colesterol en sangre.
- Fucoidina: es un polisacárido sulfatado que abunda en las algas marrones. Sus propiedades terapéuticas son objeto de innumerables estudios y cada día se le encuentran nuevas aplicaciones. Básicamente, es considerado un antiinflamatorio y cicatrizante, ya que promueve el rápido crecimiento de los tejidos que han sufrido heridas, tanto accidentales como quirúrgicas. En este sentido, es recomendable la ingesta de algas marrones unas semanas antes de someterse a una operación o un tratamiento altamente traumático, como quimio y radioterapia.
Los investigadores japoneses diferencian dos tipos de fucoidina: la fucoidina F y la fucoidina U. Se ha demostrado que la primera induce la apoptosis (muerte) de las células cancerosas de linfomas. E investigadores franceses han observado inhibición del crecimiento tumoral en presencia de fucoidina en ensayos con conejos. La fucoidina también potencia la acción antitumoral de las células NK del sistema inmunitario. El equipo del profesor M. Irhimeh, de la Hashemite University de Jordania, trató células de linfoma in vitro con extractos de algas ricos en fucoidina, causando su apoptosis.
Los estudios realizados sobre los distintos tipos de fucoidinas han demostrado que, además de los efectos señalados anteriormente, son antibacterianas, antivirales, antioxidantes, antitrombóticas (anticoagulantes) y antiangiogénicas, o sea que inhiben o reducen la formación de nuevos vasos sanguíneos y logran, así, que los tumores, al reducirse la sangre que necesitan para crecer y extenderse, se mueran de hambre.
- Carragenanos: hace un siglo, las enfermedades pulmonares eran la mayor causa de muertes en Occidente y, hoy en día, el asma está aumentando de manera alarmante entre la población infantil del mundo desarrollado. Los carragenanos pueden contribuir a paliar esta situación, dado que su presencia en importantes cantidades en las algas rojas es aprovechada desde hace muchos siglos en Oriente, tanto para las enfermedades respiratorias como para el asma. Los carragenanos o carrageninas son también polisacáridos sulfatados muy abundantes en las algas rojas y pueden considerarse el equivalente a los fucoidanos de las algas pardas.
Estudios realizados por el National Cancer Institute de EEUU indican que los carragenanos tienen propiedades antibióticas si se utilizan por vía tópica. Además, hay pruebas de que inhiben la penetración de los virus del herpes (HSV) en las células. Por otro lado, los estudios del Dr. Buck y su equipo demostraron que los carragenanos inhiben las infecciones de los virus HPV y que su uso como gel lubricante de preservativos es muy efectivo contra los virus, lo que, de alguna forma, corrobora los miles de años de uso como tal en Oriente. Los virus del papiloma infectan la piel y mucosas de los vertebrados y el papilomavirus humano (HPV) está tan extendido que se calcula que infecta al 75% de la población mundial. Las infecciones genitales no suelen presentar riesgos a menos que sean persistentes, así y todo, hay 33 tipos de virus del HPV y no todos ellos son responsables del desarrollo del cáncer de cérvix. Además, al igual que los fucoidanos, los carragenanos tienen también propiedades antitrombóticas.
Agar-agar: es otro polisacárido constituido por largas cadenas de galactosa (en lugar de la glucosa de las cadenas de la celulosa), si bien es mucho más conocido por su uso como gel industrial que por sus propiedades terapéuticas.
Otros compuestos |
- Lignanos: son polifenoles que se hallan en un gran número de plantas (especialmente en semillas de lino y de sésamo) y que, además de sus propiedades antioxidantes, son también hormonas vegetales o fitoestrógenos (imitan a las hormonas humanas). En el organismo, se transforman en compuestos de baja actividad estrogénica que normalizan el equilibrio hormonal. Son importantes por sus propiedades antitumorales, especialmente en su acción contra los cánceres estrogénicos (de mama, ovarios y próstata). También se utilizan contra la osteoporosis y otros efectos de la menopausia.
- Fucoxantina: es un carotenoide que abunda en algunas algas pardas comestibles como wakame e hijiki (Hijikia fusiformis), muy utilizadas en la gastronomía oriental. Estudios con animales de laboratorio han demostrado que esta sustancia tiene propiedades antiobesidad, con disminución de hasta el 10% de peso al ser administrada junto con la dieta habitual. Parece que la fucoxantina estimula la proteína UCP1, que controla la velocidad del metabolismo de la grasa abdominal (se quema más rápido), al tiempo que potencia la síntesis de grasas omega 3 (DHA) en el organismo (elongando el ácido alfa-linolénico). A su vez, el aumento de DHA incrementa la sensibilidad celular a la insulina (diabetes II) y mejora el perfil lipídico en sangre (menos triglicéridos y menos LDL). La fucoxantina tiene también actividad antitumoral en ensayos in vitro y parece resultar eficaz contra el cáncer de próstata.
- Los lípidos de las algas: las algas son ricas en ácidos grasos omega-3, cuya importancia para la salud es ampliamente conocida. También en fitoesteroles (fucoesteroles), que tienen la propiedad de disminuir el colesterol total en sangre y aumentar la proporción del HDL.
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Las más conocidas |
- KOMBU (Laminaria ochroleuca, en el Atlántico, y Laminaria japonica, en el Pacífico): es el alga parda más consumida en el mundo y la más rica en yodo y magnesio. Su alto contenido en fucoidinas le otorga las propiedades típicas de estos compuestos. También contiene lamininas y laminaranos (polisacáridos sulfatados) de efecto hipotensor y antiinflamatorio; ácido glutámico, que ayuda a la digestión y es carminativo (ayuda a expulsar los gases del tubo digestivo); y ácido algínico, con propiedades quelantes. Sus glucoglicerolípidos potencian la actividad de los fagocitos así como la liberación de citoquinas, lo que les confiere propiedades inmunoestimulantes. También se ha señalado que la ingesta de esta alga, o de sus extractos, modera los desequilibrios hormonales (probable efecto emenagogo –provoca o aumenta la menstruación–, de los lignanos o de la melatonina).
Los talos de laminaria se usan desde hace tiempo para dilatar el cérvix en operaciones de aborto, por su gran capacidad de expansión y absorción de líquidos.
- WAKAME (Undaria pinnatifida): es un alga parda, la segunda más consumida en el mundo, que puede ingerirse cruda en ensalada, en cuyo caso aporta diez veces más calcio que la leche. Muy rica en vitaminas del grupo B, contiene hasta un 27% de ácidos grasos omega-3. Es anticoagulante, potencia las defensas y reduce el riesgo de cáncer de pulmón. Contiene gran proporción de minerales (sobre todo, hierro, calcio, magnesio y uno de los índices más elevados de yodo). Por su alto contenido en ácido algínico, es un excelente quelante y cardiosaludable.
- NORI (Porphyra umbilicalis y Porphyra tenera): es un alga roja, la tercera en consumo mundial y la más cara, ya que su recolección es difícil y debe hacerse en zonas de mucho oleaje (como los percebes). En Japón, es el alga favorita para la preparación de sushi y un típico regalo en las fiestas de Año Nuevo. También se consume bastante en Gales e Irlanda (laverbread). La nori atlántica es silvestre, en tanto que en Japón es cultivada.
Es rica en vitamina B12 y también en betacaroteno. A pesar de tener pocas grasas, la gran mayoría son omega-3, especialmente EPA.
La porphyrosin y el porphyran son polisacáridos sulfatados (pueden considerarse carragenanos) con actividad antitumoral y antibiótica, especialmente contra el Helicobacter pilori, culpable de las úlceras gastrointestinales, así como contra la Escherichia coli, Salmonella, Aspergyllus, Staphylococcus y otros.
- DULSE (Palmaria palmata): alga roja que puede comerse cruda, aprovechando así su riqueza en vitamina C y betacarotenos. Dada la costumbre ancestral de mascar dulse (“comestible” en gaélico) de los pueblos nórdicos, es probable que, gracias a ella, los marinos vikingos nunca fueran afectados por el escorbuto. Es muy utilizada contra catarros y gripes, en especial por sus propiedades sudoríficas.Como la mayoría de las algas, es un potente antihelmíntico (contra parásitos intestinales).
- FUCUS (Fucus vesiculosus): es el alga parda más universal, ya que se encuentra en casi todos los mares, aunque abundan en el mar Báltico. Se utiliza desde principios del siglo XIX para combatir el bocio, debido a su alto contenido en yodo. Más tarde, se comenzó a aprovechar su efecto estimulador de la tiroides para acompañar las dietas de adelgazamiento. Además de su riqueza en yodo y otros minerales, y de su contenido en alginatos y fucoidinas, cuya importancia ya se ha mencionado, contiene otros polisacáridos y varios carotenoides, entre ellos la zeaxantina, un potente antioxidante protector de los ojos, y, por supuesto, el betacaroteno (provitamina A).
Además de su uso contra el hipotiroidismo, se recomienda para el tratamiento de la artrosis y la artritis, tanto en uso interno como externo.
Después de mostrar con animales de laboratorio que su ingesta disminuye el estradiol y aumenta la progesterona, fucus ha demostrado ejercer una importante acción emenagoga en la mujer, regularizando el ciclo menstrual, reduciendo los días de sangrado y la intensidad del mismo, muy especialmente en el período premenopáusico. Otros ensayos han evidenciado también que algunos fucoides actúan de forma similar a la heparina, inhibiendo la fibrinogénesis y fluidificando la sangre.
- MUSGO DE IRLANDA –CARRAGEN– (Chondrus crispus): desde hace cientos de años, la decocción de esta alga roja es utilizada en Irlanda como jarabe anticatarral. Es rica en carragenina, cuyos efectos terapéuticos ya hemos comentado. La carragenina es una gelatina que se utiliza como protector de las mucosas. En el sistema digestivo, actúa como antiulceroso y regulador del tránsito intestinal y, en el sistema respiratorio, como antiinflamatorio bronquial.
- ESPAGUETI DE MAR (Himanthalia elongata): esta alga parda es desconocida en Extremo Oriente, pero, en cambio, se consume en todo el Atlántico Norte europeo bajo múltiples formas (panes, salsas, incluso fermentada como un tipo de chucrut) y es considerada como la acompañante ideal del arroz con verduras. Por su riqueza en hierro, es recomendable para anemias ferropénicas y, por su alto contenido en potasio, para problemas de retención de líquidos y edemas. Es, sin duda, el alga más rica en fósforo.
- KOMBU DE AZÚCAR (Laminaria saccharina): similar al kombu y con las mismas propiedades por su riqueza en alginatos.
- ALGAS DEL AGAR-AGAR (Gelidium sesquipedale y Gracilaria verrucosa): el agar-agar es un extracto que se obtiene de varias algas rojas, pero, mayoritariamente, de los géneros Gelidium y Gracilaria, aunque el más apreciado es el proveniente de la variedad Gelidium sesquipedale. El agar-agar se utiliza en China desde hace casi 2.000 años como gelatina conservante de carnes y pescados. Es un polisacárido soluble (fibra) y, como tal, puede ser una ayuda realmente importante en casos de estreñimiento. También es una sustancia saciante en casos de obesidad (no se metaboliza) y, por supuesto, un estabilizador del colesterol y del exceso de grasas, así como un estabilizante de la glucemia plasmática.
Como otros polisacáridos mucilaginosos, el agar-agar ejerce una acción protectora y antiinflamatoria de las mucosas del organismo, lo que explica su empleo en algunos países tanto en cuadros catarrales como en úlceras y otros trastornos intestinales y estomacales.
- LECHUGA DE MAR (Ulva rigida): es un alga rica en betacarotenos y de propiedades antihelmínticas y antiinflamatorias.
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Otras algas notables |
Aparte de éstas, hay otras algas que pueden ser difíciles de encontrar en nuestros supermercados o tiendas de dietética, pero que tienen interesantísimas propiedades medicinales.
Un ejemplo es Corallina officinalis, que, probablemente, haya contribuido a fijar más de un diente implantado, dado que el extracto de esta alga se utiliza para el recrecimiento de huesos humanos, una función que, en su forma natural, ejerce junto con los corales, para fabricar islas y arrecifes marinos.
Lithothamnion corallioides ha sido estudiada recientemente por su acción antiinflamatoria. Se ha demostrado que su ingesta permite reducir a la mitad la administración de AINES (tipo Aspirina) necesaria para que los pacientes con artrosis de rodilla no sufran dolores.
Otra alga muy interesante es Digenea simplex, empleada como un agente antihelmíntico (contra parásitos intestinales) en Japón desde hace siglos y de gran importancia, ya que puede eliminar, con eficacia, las peligrosas ascariasis y la oxiuriasis. Esta acción se debe a su contenido en ácido kaínico, que es un neuroestimulante que actúa sobre el sistema nervioso central, pero que aún no se ha experimentado suficientemente para su uso humano.
En Chile y Perú, se utilizan las propiedades terapéuticas de la Macrocystis pyrifera y de Durvillea utilis, que en la costa del Pacífico son muy conocidas, como huiro, cochayuyo, cachiyuyo o sargazo. Son especies muy ricas en alginatos y, por lo tanto, muy recomendables para problemas relacionados con las mucosas digestivas, tales como acidez de estómago, gastritis, hernia de hiato y úlceras. También se aconseja su ingesta en casos de obesidad y sobrepeso.
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Extractos de Kelp |
En herbolarios y farmacias, es frecuente encontrar extracto de kelp, que no es el nombre de un alga, sino la palabra con la que se denominan las acumulaciones de algas en el Mar del Norte.
Normalmente, estos extractos contienen distintas especies, pero con predominio de Fucus (Fucus vesiculosus) y Ascophyllum nodosum. Esta última es rica en alginatos, betacarotenos y vitaminas del grupo B. Pero lo más notable de esta alga es su capacidad para reducir la placa dental y el sarro. Hace pocos años, se realizó un estudio hecho en Suecia en el que 105 personas controladas con un grupo de placebo consumieron entre 125 y 250 mg de comprimidos de concentrado de kelp al día. Al cabo de cuatro meses, redujeron visiblemente la placa supragingival. Estos resultados no deben extrañarnos, ya que la ingesta de kelp para combatir el escorbuto y la gingivitis ya se conocían desde hace tiempo en Escocia e Irlanda, según menciona la London Encyclopedia de 1829, donde también se mencionan los efectos beneficiosos que tiene frente a la tuberculosis
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La melatonina de las algas |
- La hormona melatonina se aisló hace poco más de 50 años y, en principio, se pensaba que sólo era segregada por la glándula pineal de los mamíferos. Pero hace unos doce años se detectó su presencia en plantas y algas. De hecho, hoy se sabe que hay algas que contienen hasta mil veces la cantidad de melatonina de conocidas plantas medicinales, como el hipérico.
- Además de ser una hormona inductora del sueño, la melatonina ejerce una potente acción antioxidante indirecta en las células (induce la síntesis de SOD, la enzima superóxido dismutasa, una importante defensa antioxidante) y, dada su acción como hormona reguladora de los ciclos circadianos, ritmos biológicos y estrogénicos, se sospecha que juega un importante papel en relación al desarrollo de tumores relacionados con la actividad estrogénica (especialmente cáncer de mama y de ovarios).
- Aún se sabe muy poco sobre el papel que esta hormona pueda ejercer sobre el organismo al pasar desde las algas ingeridas a la sangre humana, pero se conjetura que al menos su actividad antioxidante puede ser fundamental.
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El desconcertante yodo de las plantas |
La naturaleza está repleta de misteriosas paradojas: las plantas terrestres, por ejemplo, casi no contienen yodo (apenas unas pocas partes por millón); sin embargo, este elemento es fundamental para todos los vertebrados, tanto terrestres como marinos. Sin yodo, no hay vida animal, ya que sus sales son clave tanto para el metabolismo como para la reproducción y el crecimiento. Las plantas no lo necesitan y sólo lo acumulan en cantidades detectables aquellas que crecen cerca del mar.
Los herbívoros consiguen el yodo gracias a que digieren enormes cantidades de plantas que tienen trazas de yodo y unas pocas décimas de miligramos al día son suficientes para sus necesidades metabólicas.
La deficiencia de yodo en la dieta humana, aparte del desarrollo de bocio (la glándula tiroides aumenta su volumen para poder absorber más yodo de la sangre) y el hipotiroidismo, pueden causar cretinismo, abortos e incluso infertilidad.
Muchos autores relacionan la carencia de yodo en la dieta habitual con determinadas enfermedades estrogénicas como son el cáncer de mama y de ovarios y el desarrollo de quistes y fibromas benignos.
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